Descripción
- Es esencial realizar una evaluación previa de los servicios turísticos que se ofrecen y detectar posibles áreas de mejora. Es importante que esta evaluación sea exhaustiva y contemple todos los aspectos de la empresa, tales como recursos humanos, instalaciones, equipamiento, servicios, etc.
- Definición de objetivos: Una vez que se han identificado las áreas de mejora, es necesario establecer los objetivos que se desean alcanzar. Estos objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos concretos de consecución.
- Plan de acción: Una vez que se han definido los objetivos, es necesario elaborar un plan de acción detallado que contemple las medidas que se deben tomar para alcanzar dichos objetivos. Este plan debe ser adaptable y estar diseñado para permitir la mejora continua de los servicios turísticos.
- Implementación de acciones: Una vez que se ha definido el plan de acción, es momento de ponerlo en marcha. Las acciones deben ser ejecutadas de manera ordenada y sostenible en el tiempo.
- Verificación y seguimiento: Para comprobar que se están alcanzando los objetivos definidos en el plan de acción, es necesario establecer un sistema de verificación y seguimiento. A través de este proceso, se pueden detectar posibles desviaciones y corregirlas antes de que se conviertan en problemas mayores.
- Certificación: Una vez que se han cumplido los requisitos exigidos por la Marca Q de Calidad, se debe solicitar el proceso de certificación correspondiente. En este proceso se realizará una evaluación externa para verificar que la empresa cumple con los estándares y exigencias de la Marca Q de Calidad.
La implantación de la Marca Q de Calidad no es una tarea fácil, pero si se sigue un proceso estructurado y se cuenta con la participación de toda la organización, se pueden obtener resultados muy positivos y mejorar significativamente la calidad de los servicios turísticos ofrecidos.
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